Categorías
Otras noticias

El optimismo suicida de los grandes editores españoles pone en evidencia su atraso digital

Artículo de Media Tics

El optimismo suicida de los grandes editores españoles pone en evidencia su atraso digital

La semana pasada se presentó en Madrid «El Libro Blanco de la Prensa 2014» elaborado por la Asociación de Editores de Diarios Españoles con datos de la consultora Deloitte. Poco menos que echaron las campanas al vuelo por un aumento de los ingresos publicitarios del 1% en este año que termina, tras siete ejercicios de retrocesos. El director general de la Asociación, José Gabriel González, afirmó que el sector de los diarios «pronto estará en condiciones de volver a crear empleo y generar riqueza». Tal optimismo choca de frente con los datos que el mismo informe aporta y evidencia la senda equivocada por la que transita ese sector, principal impulsor de la llamada Tasa Google.

Los diarios asociados a AEDE obtendrán este año un resultado operativo conjunto estimado de 14,4 millones de euros, pero en realidad serán pérdidas en torno a 20 millones por el pago de los intereses de la deuda. La caída conjunta de la difusión vuelve a marcar otro «número rojo» en torno al 8%, tras un descenso del 11,6% en año anterior. Las empresas matrices de los grupos han tenido que acudir al rescate de muchas cabeceras, hasta el punto en el que las obligaciones de los diarios respecto a sus grupos mediáticos se disparan hasta los 592 millones de euros. En resumen, otro año espantoso para los diarios, que suaviza su desplome por los recortes en gastos y en plantillas, más que por una mejora real. Una ligera mejoría en los ingresos publicitarios en los últimos meses del año que ahora termina, en parte como consecuencia de la relativa reactivación económica general, para nada invierte una tendencia arrolladora hacia el hundimiento del sector. Y las redacciones están ya bajo mínimos.

Con la presentación del mencionado informe, Luis Enríquez (Vocento) aprovechaba para dejar paso a José Luis Sainz (Prisa) al frente de la AEDE. Sainz tiene ante sí la difícil tarea de cambiar de rumbo y llevar adelante una verdadera reconversión digital de los diarios. La prensa tradicional española está muy retrasada en su transición digital en términos relativos con grupos editoriales de otros mercados como el británico o el alemán. Axel Springer, por ejemplo, ya registra una facturación digital por encima del 50% de la facturación total. Parecido es el caso del rotativo económico británico «Financial Times». La publicidad digital representó el año pasado en España el 17% de los ingresos publicitarios totales, no de la facturación total, que es el ratio más usado internacionalmente. De los ingresos de la publicidad digital en España (137 millones en 2013) , Google se lleva la parte del león. Luego, Elpais.com y Elmundo.es se llevan otro mordisco sensible, junto con 20minutos.com. Quedan menguadas migajas para todos los demás. Y los ingresos reales de los quioscos digitales, Kiosko y Más, Orbyt, son tan escasos que nadie quiere confesarlos. Ese es el trágico panorama, con unas webs que aún son meros trasuntos de las ediciones en papel y unos diarios empobrecidos, encanallados en luchas partidistas y en menudeo político de corto alcance, declaraciones «corre, ve y dile», ruedas de prensa sin preguntas, pleitesía ante los poderes fácticos, publicidades más o menos encubiertas y conservadurismo cortoplacista, en medio de un mundo en el que le tecnología desborda todas las previsiones y desestabiliza todos los negocios. ¿Cree alguien de verdad que la llamada Tasa Google (que Google jamás pagará por enlazar noticias) puede aliviar este preocupante panorama, no solo para las empresas editoras, sino también para la calidad de nuestra democracia?

 

Leer artículo completo aquí de Miguel Ormaetxea

Categorías
Otras noticias

Los editores permiten el uso de fragmentos de sus noticias

Artículo de Media Tics

Google ha ganado el primer asalto en la cruzada que mantiene con los medios de comunicación alemanes. Los editores germanos quieren que la compañía les compense económicamente por el uso de fragmentos de sus contenidos, a lo que el gigante de Internet respondió eliminándolos del buscador. Una fuerte caída del tráfico ha llevado a los medios a permitir de nuevo su publicación, al menos hasta que se tomen las medidas legales pertinentes.

Los editores alemanes se han dado de bruces con la realidad. Su empeño en pedir a Google un 11% de los beneficios que generen sus contenidos si utiliza fragmentos de sus noticias en los resultados de búsqueda, provocó que la compañía procediera a su eliminación inmediata.

Tan solo unas semanas después, los editores han reconocido su error y dan su consentimiento para ceder a Google los derechos de uso de estas previsualizaciones de forma gratuita, aunque revocable. En uncomunicado de prensa, el consorcio VG Media, formado por 200 medios digitales, ha asegurado que los editores se ven obligados a tomar esta medida extraordinaria debido al “abrumador poder de mercado de Google” en Europa, que es superior al 90%.

Los editores se han dado cuenta de que serán los grandes perdedores si mantienen este pulso con el gigante de Internet. Desde que la compañía norteamericana dejó de mostrar las primeras líneas de los artículos y las imágenes en miniatura, se ha notado una bajada del tráfico web que, aseguran, podría acabar llevándoles a la quiebra. Este paso atrás vendría a dar la razón a Google cuando señala que los editores ven aumentar sus ingresos de forma significativa gracias al valioso tráfico que el buscador dirige a sus páginas.

Aunque Google ha mostrado sus satisfacción ante esta rectificación, lo cierto es que VG Media espera queen 2015 la Oficina de Patentes y Marcas se pronuncie a su favor. Esta decisión sería, por tanto, una forma de ganar tiempo hasta que haya una resolución en firme de este organismo. El problema es que Google parece tener la sartén por el mango en este conflicto y, sea cual sea el fallo, podrá volver a eliminar estos textos para evitar pagar a los editores.

En España, el Gobierno aprobó hace unos días la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que incluye la llamada “tasa Google” con una validez de un año. El fracaso de los medios alemanes debería servir de escarmiento a los miembros de la AEDE y disuadirlos de cobrar una indemnización que provocaría su desaparición de Google News

Por Miriam Garcimartin

Leer artículo completo aquí

Categorías
Otras noticias

«Chapuza digital en el Senado»

Artículo de «Media-Tics»

El Senado aprueba la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual con la polémica “tasa Google”…pero por un año

Chapuza digital en el Senado

El miércoles 16 de octubre, el Senado aprobó la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, a la que ya solo le queda la aprobación definitiva por el Congreso de los Diputados. En ella se incluye el polémico artículo 32.2, conocido como la “tasa Google”, un enorme error que coloca a España a la cola de la innovación digital. Pero a última hora el Gobierno añadió una disposición final cuarta donde se afirma que la reforma tiene validez por un año. O sea, una chapuza con plazo de caducidad de cara a que el PP pueda afrontar las próximas citas electorales con los grandes editores sometidos a la ley de hierro de las ayudas estatales.

En la disposición final se precisa que el Gobierno tiene un año para llevar a cabo “los trabajos preliminares necesarios, en colaboración con todos los sectores y agentes interesados, para preparar una reforma integral de la Ley de Propiedad Intelectual ajustada plenamente a las necesidades y oportunidades de la sociedad del conocimiento”. O sea, que el Gobierno es consciente de que esta reforma, con su “tasa Google” incluida, no se ajusta para nada a dichas necesidades de la sociedad del conocimiento, pero da un capotazo con fecha de caducidad a los grandes editores de prensa de este país, en un intento de salvarles al menos parcialmente el desastroso estado de sus cuentas de resultados. Un año es el tiempo que el PP puede necesitar para intentar revertir ante la opinión pública la caída de popularidad que está sufriendo con el manejo de la gran crisis económica.

El Gobierno y los grandes editores de la vieja prensa de papel agrupados en torno a la AEDE, saben perfectamente que Google no va a pagar nunca ni esa tasa ni ninguna otra por el estilo y que antes cerrará Google News en España. El máximo responsable de Google News, Richard Gingras lo ha dejado bien claro en su visita a Madrid hace unos días. Además, tenemos el ejemplo de Alemania, donde el gigante de Internet ha minimizado los enlaces que hace a algunos de los grandes periódicos que solicitaban una tasa parecida a la que España reclama. Para soslayar este peligro, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha colado en el famoso artículo 32.2 la precisión de que esta tasa es “irrenunciable”, con lo que ninguna publicación digital podrá soslayar la reclamación de dicha tasa. Si está bien claro que Google no pagará esa tasa pues para ellos –como para todo el mundo de cultura digital- dicho canon va contra las leyes no escritas de Internet que consagran el derecho a citar y vincular cualquier noticia o información, ¿por qué este empeño sin sentido? Porque esperan que, ante la imposibilidad de sacarle el dinero al gigante norteamericano de Internet, el Gobierno termine pagando a los grandes editores con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, igual que se hace con la compensación por copia privada.

El Gobierno se asegura la docilidad de los grandes editores y, de paso, la naciente galaxia de la información digital pura (en España hay más de 1.000 webs de información de todo tipo, locales y de nicho, y crecen a una velocidad superior a una al día), mucho más díscola e independiente en sus informaciones y líneas editoriales, recibe un castigo, pues si no son enlazados por el buscador, sus audiencias caerán, con beneficio para los grandes diarios, cuyas cabeceras son aún bien conocidas por el público en general. Estamos por tanto en una batalla donde, además de los factores reseñados, subyace una guerra entre el mundo de los grandes editores de papel que se desmorona y los centenares de pequeños editores digitales, a través de los cuales se informa ya en torno a un 30% de la población española.

El diario “Expansión” publica hoy jueves un vergonzante editorial titulado “Remuneración lógica a los editores de medios”. Apoya el canon AEDE “porque la premisa de la que parte la ley, y que reviste toda la lógica económica, es que quien haga uso comercial del contenido generado por los medios de comunicación deba remunerarse por ello”. Esa aparente lógica económica es un subterfugio falaz, ya que parte de una premisa que está siendo barrida por la cultura digital. En vez de enfrentarse al reto de la transición digital, prefieren chocar de frente contra el futuro a cambio de intentar salvar un abismal presente. Tanto en “Expansión” como en “El Mundo” o “El País”, hay excelentes periodistas que escriben solventes informaciones sobre el mundo digital y saben bien de lo que hablan. Es una pena que una vez más, los editores no estén a la altura de las circunstancias. La prensa española tiene un retraso histórico en su transición digital, con unos ingresos digitales ridículos en comparación con su facturación total. Pero en vez de afrontar este desafío con renovadas inversiones, alianzas, rigor, riesgo e innovación, prefieren echarse en brazos de un gobierno que está demostrando repetidamente su ceguera digital. Los editores, grandes y pequeños, deben llegar a un entendimiento justo con los gigantes de Internet, porque se necesitan mutuamente. Ése es el camino adecuado y no las tasas vergonzantes.

El próximo 6 de noviembre en Madrid se celebrará un importante evento: “Oracle Day 2014”. El tema central es la disrupción digital. Los organizadores subrayan que en el 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados frente a los 9.000 millones que había en 2012; que los datos se van a multiplicar por 50 en ese periodo; que los datos móviles crecen a un ritmo del 78% anual, etc. El gigante de la informática corporativa advierte que las organizaciones tienen un 75% de aplicaciones viejas ya de más de dos décadas. Nuestro Gobierno también parece que tiene una visión de hace más de 20 años. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría debería apuntarse a este evento.

Artículo de Miguel Ormaetxea

Leer artículo completo aquí